La
percepción de cada uno de nosotros es completamente diferente.
El mismo paisaje
puede ser contemplado bajo varios puntos de vista.
Pero está claro que solo una
mirada concienzuda es capaz de desentrañar lo más superficial y profundizar en
la esencia de las cosas.
Buscar
es encontrar y en mi caso es descifrar cada imagen que mi retina captura con la
cámara o mis recuerdos, con la luz que se filtra cada mañana por la ventana o
las sombras que arroja todo cuerpo sobre cualquier superficie.
La
pintura no es más que un apéndice de mi propio cuerpo. Un objetivo que
amplifica el color, la luz y sobre todo aquello que no podemos tocar a simple
vista, que intuimos y que nos hace sentir.
Ángel
Maciá.
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